Alguno de ustedes ha visto el meme: recuerdas cuando eras niño y querías ser adulto? ¿Cómo te va con eso? ☺

Así me siento a veces.

He de confesar que de todos los roles que he vivido como mujer, el de ser madre, me ha parecido el más desafiante!

La verdad es que cuando escuchamos, “los niños no vienen con manual”, no nos imaginamos cuanta verdad hay en esa frase.

En las etapas de la maternidad, es una belleza cuando tenemos el bebe en nuestro regazo, amamantarlo, consentirlo, darle sus cuidados básicos, son unos deberes hermosos, llenos de felicidad. Una felicidad que anestesia las largas horas de trasnocho. Cada nueva pareja se aventura en el rol de la maternidad y paternidad con su propio estilo, dejan de lado en ocasiones las opiniones de los abuelos para recorrer su propio camino y empezar su estilo de crianza. Algunos por su parte, siguen al pie de la letra las recomendaciones de quienes consideran serán un buen rol a seguir.

Los primeros años dulces y entretenidos, vienen acompañados de situaciones cotidianas a las que cada pareja le sabe dar manejo con la ayuda o no de sus familiares y amigos. Las aplicaciones que se descargan y las páginas de internet parecen tener la respuesta para cada cuestionamiento que nos hacemos en esa etapa, además aun conservamos el entusiasmo de continuar en la búsqueda de convertirnos en esos grandiosos padres que siempre hemos soñado ser.

Al entrar al entorno pre-escolar, la aparición del educador hace más llevadero este nuevo camino del explorador infantil. Se nos brinda apoyo en cómo entrenarlos para ir al baño, como ajustar sus horarios de comidas y siestas entre otros.

En la etapa escolar, todo es relativamente estable con las emociones del día a día, la aparición de las actividades extracurriculares, entre artes y deportes se percibe una calma que no advierte lo que se avecina. La rutina y los largos horarios con los niños, eventos sociales, laborales y demás nos hacen entrar en el piloto automático de la paternidad, ya parecemos expertos en este tema en que antes éramos tan novatos, ya hasta nosotros somos los que damos consejos a los que vienen detrás.

De manera inesperada (aunque sabíamos que venía), empiezan los cambios de ánimo, de quererse gobernar ellos mismos, las preguntas desafiantes y por supuesto toda acción tiene su reacción. Empezamos los padres a ponernos irascibles, irritables, incluso hasta debatir entre nosotros mismos qué es lo que creemos que debe ser lo mejor para nuestra jovencita o jovencito en este momento. Entre la ambivalencia de ser un autoritario dictador y un amigo complaciente, nos debatimos a diario los padres de los adolescentes, por un lado queremos ser sus confidentes, saber que pasa en sus mentes, con sus emociones, por sus vidas, queremos conocer sus nuevos gustos y opiniones, deseamos estar cercanos a ellos, pero por otra parte sabemos que necesitan disciplina, estructura y dirección.

No escribo estas líneas para contarles que ya supere esta etapa, por el contrario apenas la empiezo con uno de mis hijos. Ni tampoco para contarles que ya encontré el secreto de la felicidad para los padres con adolescentes o que descifre el código de la mente juvenil.  (Ojala! me volvería multimillonaria de la noche a la mañana jajajaj).

Escribo para hacer catarsis, para contarles algo que todos sabemos pero en ocasiones ignoramos, no estamos solos en esto, no somos los únicos lidiando con estos momentos de reto, no somos los primeros ni los últimos. Quise hacer un alto en el camino (Como la canción, los que saben de salsa sabrán a la que me refiero) para reflexionar sobre este tema, para exponerlo a la luz, para que no nos sintamos mal o nos avergüence decir que estamos en una etapa de crecimiento como padres. Que requerimos reconocer que necesitamos recursos para sobrellevar este tiempo de cambio, que es normal sentirse mal, frustrado, irascible, sensible. Que nuestros hijos, están pasando una etapa donde se despiden de la niñez para adentrarse en la juventud, y que cuando se tienen cambios duele. Crecer duele, aprender duele, es algo natural, porque siempre que se gana algo nuevo hay algo que se pierde, algo a lo que se renuncia o como lo diría yo de manera positiva algo que se deja atrás. Requieren aprender tantas cosas nuevas en un mundo tan interconectado que debemos estar equipados para guiarlos.

Respiremos profundo, armémonos de paciencia, de valor, de mucho amor y misericordia hasta con nosotros mismos y tengamos la valentía de buscar ayuda, buscar recursos, aprender juntos en esta nueva etapa. Tratemos de sacar el mejor provecho de este tiempo, démosle la bienvenida a ese jovencito que está llegando  y dejemos ir ese niño que ya disfrutamos. Y cuando se pregunten: y ahora quién podrá ayudarme? Déjame decirte que no será el Chapulín Colorado. Hay muchísimos recursos, si de los mismos creadores de cuando eran bebés, tenemos aplicaciones, páginas web, webinars, psicólogos, coaches, entre otros, dispuestos a ayudarnos.

Pero por supuesto somos nosotros los que debemos dar ese primer paso. Por favor sean PROACTIVOS, no dejen a sus niños solos en esta etapa.

Te comparto algunos de ellos, espero te sean de utilidad!

PD: Si también deseas hacer catarsis déjame tus comentarios.

Recursos en Español

https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/childdevelopment/positiveparenting/adolescence.html

https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/teen/dating-sex/Paginas/Teen-Parents.aspx

https://www.tulsa-health.org/sites/default/files/page_attachments/parent-toolkit-nov2017-spa.pdf

Recursos en Ingles

Positive Parenting Solutions Webpage y APP

The TEEN Toolbox App

FAM Central App

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